Como los aspectos involucrados a la inversión no son precisamente los más masificados y compartidos en los medios de comunicación e información, han tenido lugar una diversidad de mitos respecto a la mecánica de la inversión que resultan en desinformación financiera.
Abordaremos a continuación dos mitos frecuentes relacionados con las inversiones de manera que te sean aclarados y los puedas desmontar en tus círculos sociales más cercanos.
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“La inversión es solo para expertos”
Ciertamente las decisiones en cuanto a inversión no son elecciones simples que puedan tomarse despreocupadamente. Sin embargo, es falso que la inversión en acciones sea una actividad reservada para los expertos en la materia.
El riesgo asociado a las inversiones es un riesgo similar a otras actividades financieras más habituales, como los créditos online, préstamos sin intereses, créditos hipotecarios, entre otros. No es una situación totalmente nueva para ti, por lo que cuentas ya con experiencia en ciertos rasgos.
Por supuesto, los riesgos adheridos a la inversión están asociados a tu conducta inversora: ¿eres un inversor arriesgado que prefiere invertir con la “certeza” de que las acciones se coticen bien en el futuro, o eres un inversor conservador que prefiere caminar sobre seguro? Tu respuesta a estas interrogantes determinará cómo abordas el mercado.
En la medida de tus posibilidades busca asesoramiento financiero; siempre son bienvenidas las observaciones de un especialista y conocedor de la materia, observaciones que cumplen funciones orientadoras.
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“Hay que ser rico para invertir”
Completamente falso. No necesitas tener una alta suma de dinero para invertir en acciones. Toda persona con ingresos estables y una planificación económica óptima puede optar por dirigir algunos de sus ingresos al mercado de acciones e invertir en lo que sea mejor.
Aunque no vinculante, es bastante recomendable que tengas correctamente estructurado tu presupuesto mensual y que tengas calculados tus ingresos y egresos de manera que el capital que dirijas a las inversiones no sean dinero que le estés quitando a tus necesidades básicas o a tus prioridades del momento.
Recuerda que el capital que diriges a la inversión es un dinero puesto a riesgo de las fluctuaciones que ocurran en el entorno económico local y mundial. No obstante, correr estos riesgos son necesarios para percibir ganancias importantes si las acciones sobre las cuales invertiste están al alza.